La primavera y el verano se acercan y con ellos los deseos y los planes de vacaciones. ¿Ya sabes lo que vas a hacer este verano? Si piensas ir de camping, este artículo es para ti.
De hecho, acampar, ya sea en una tienda de campaña, en una autocaravana o en un camping en sí, es sinónimo de libertad. Una vez en ruta, no habrá más fronteras que tus deseos... Claro, esto puede llevarte a lugares donde sea difícil encontrar tiendas y restaurantes.
Así que tienes que pensar cuidadosamente en tener siempre reservas contigo. Y ahí es donde la comida deshidratada se vuelve una aliada genial. ¿Por qué? Porque ocupan muy poco espacio, pesan muy poco, son fáciles de transportar y se guardan durante mucho tiempo... ¡y todo esto conservando altas propiedades nutricionales y sabores! Así que con alimentos deshidratados, serás capaz de tener siempre un gran stock de alimentos en un volumen muy pequeño y comer saludablemente en cualquier situación. Por ejemplo, las frutas y verduras secas se pueden utilizar como aperitivos, en los desayunos, en los guisos y otros platos cocidos, para aromatizar bebidas... en otras palabras, un mundo de posibilidades.
Con productos secos es más fácil preparar platos gourmet, o simplemente delicioso para satisfacer tu paladar en dondequiera que te lleven tus aventuras. Al prepararlos tú mismo antes de irte, garantizarás la calidad, el sabor y la variedad que deseas.
Ciertamente se pueden encontrar en el comercio una amplia gama de alimentos liofilizados que han progresado significativamente a lo largo de los años en términos de nutrición y sabor. Pero todavía es difícil igualar los productos caseros o artesanales.
Además, mediante la preparación de tus propias preparaciones deshidratadas, se puede controlar tanto los ingredientes, como los condimentos y las recetas, evitando así aditivos, productos a los que eres alérgico o intolerante. ¡Usas las especias, condimentos e ingredientes que quieras!
Traer tus propias comidas deshidratadas también hace que tus días de vacaciones sean más fáciles. De hecho, incluso si tienes una cocina completa a disposición, sin duda habrá días en los que no tendrás, después de largas caminatas para explorar los alrededores, ningún deseo de cocinar. Simplemente hirviendo agua y añadiendo los productos deshidratados, tendrás una deliciosa comida en minutos.
LO QUE PUEDES Y NO PUEDES SECAR
Ya habrás entendido que nosotros te aconsejamos mucho pero mucho abastecerte en productos deshidratados antes de irte de vacaciones. ¿Pero qué se puede secar? En general, se puede secar todo, pero hay que tener cuidado en lo siguiente:
Productos animales y productos grasos
Aunque la carne seca es un plato bastante popular en algunas regiones del mundo, le aconsejamos que tenga mucho cuidado con los productos animales, ya que si no se deshidratan bien, pueden estropearse rápidamente y representar un riesgo de intoxicación grave.
Le recomendamos también que evite alimentos ricos en grasas, como aguacates. Lo mismo ocurre con el queso y muchos productos lácteos.
Frutas y verduras
Las frutas y verduras son las candidatas perfectas para tus campañas de deshidratación. Tanto por sus propiedades nutricionales como porque permiten preparar un número infinito de platos diferentes.
Es muy conveniente, útil y rico tener siempre a disposición rodajas de manzana o plátano seco como aperitivo. O verduras secas para poder preparar deliciosas sopas con sólo agua que añadir. O preparar una salsa sana y deliciosa en minutos con un poco de puré de tomate y verduras deshidratadas. O risottos con múltiples sabores... Con tales delicias, seguro que los vecinos te visitarán a la hora del almuerzo.
A continuación te detallamos algunas ideas que podrían inspirarte.
Sopas
Imagínate sentado en el campamento en una noche fresca, disfrutando de un tazón caliente de sopa para calentarte desde el interior después de un largo paseo. Aunque la mayoría de nosotros no pensamos en sopas, son sorprendentemente fáciles de preparar. Usa las verduras secas que te gustan como tomates, calabacín, calabaza, cebollas, puerros. No te olvides de añadir algunas hierbas secas (albahaca, tomillo, perejil o eneldo) y unas gotas de aceite vegetal. Al final de la cocción, espesa la sopa con 3-4 cucharadas de maicena o harina. Bate bien la sopa y déjala espesar en el fuego durante varios minutos. Si comes carne, siempre puedes añadir carne enlatada a tu sopa.
Risottos
Prepara tus mezclas para risottos. Para ello elije arroz redondo (arborio, el más conocido, o vialone nano, más original) que será la base de tu risotto. A continuación, añade las setas secas a tu gusto (cepas o setas de París, por ejemplo) y las cebollas secas que junto con el arroz son los ingredientes principales sin los cuales un risotto es difícil de imaginar. Para hacer que tu risotto salga aún más delicioso piensa en verduras secas como alcachofa, calabacín, berenjena. Sigue la receta clásica para preparar tu risotto.
Desayuno
Siempre ten fruta deshidratada disponible para el desayuno, que puedes incorporar a tus cereales y yogures, por ejemplo. Las verduras secas son un ingrediente muy original y añaden una textura diferente y un sabor concentrado a tus sándwiches y bocadillos.
Tentempiés y snacks
Los cueros de frutas y frutas secas son excelentes snacks durante el paseo y la caminata. Son saludables, nutritivos y contienen mucha energía. De hecho, al deshidratarse, los carbohidratos (incluidos los azúcares) contenidos en la fruta se concentran, lo que hace que las frutas deshidratadas sean fuentes naturales de energía.
Platos vegetarianos
Remplaza el arroz de la mezcla de risotto descrita anteriormente con quinoa, lentejas o frijoles secos y obtendrás un plato completo con proteínas vegetales.
Las verduras secas son excelentes para hacer fantásticas salsas y guisos. Agrega las verduras secas a tus salsas o a un poco de puré de tomate y cocínalas. ¡Te sorprenderá el resultado!
Postres
No olvides el postre. ¿Qué podría ser más simple y saludable que el cuero de frutas? Para ello, basta con hacer un puré de tu fruta favorita. Esparce sobre papel pergamino o una estera de silicona y déjalo secar en tu deshidratador a 45 grados hasta que consigas un cuero de frutas. Si no tienes deshidratador, usa el horno de la cocina ajustando la temperatura de secado a la temperatura mínima permitida.
Los cueros de frutas son muy versátiles. Puedes probarlos tal cual o usarlos como panqueques que puedes rellenar con otros ingredientes: mantequilla de cacahuete, miel, leche condensada, etc.
Deshidratar consiste a sacar el agua presente en un producto bajo una serie de condiciones controladas como temperatura, humedad, velocidad y circulación del aire. Deshidratar a baja temperatura permite a conservar todas las vitaminas y minerales, nutrientes y enzimas que su equivalente fresco, y con sabores muy concentrados. Además, con el proceso de deshidratación la alcalinidad de los alimentos frescos se conserva. El desecado provoca que el alimento se reduzca en tamaño debido a que ha perdido gran parte de su volumen (agua), y como resultado se obtiene un alimento de consistencia más liviana y pequeña de un buen sabor y olor el cual es muy resistente y de fácil transportación, con un riesgo mínimo de descomposición o crecimiento microbiano. Al eliminar la humedad del producto, esto se conserva durante meses, en perfecto estado para ser consumido tanto seco como tras rehidratarlo.
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